El ser humano puede presentar a lo largo de la vida caída anómala de su pelo, que puede deberse a diferentes causas. La mayoría de alopecias son transitorias y de origen benigno o funcional, y se tratan con suplementos alimenticios orales o medicamentos formulados para su aplicación local-tópica.
Algunas formas de alopecia son más serias y constituyen una manifestación externa de una enfermedad interna. La clave en estos casos es llegar precozmente al diagnóstico, para poner solución rápida.
Las uñas, como el pelo, pueden ser marcadores de diversas enfermedades de la piel o internas. Su diagnóstico a menudo no es difícil para el dermatólogo, y sólo requerirá la realización de una anamnesis completa, una buena exploración y tal vez alguna prueba diagnóstica como la dermatoscopia o la toma de muestra para cultivo.