Las dermatosis profesionales constituyen una de las enfermedades laborales más frecuentes, y son responsables de muchas bajas y expedientes de incapacidad laboral, por su repercusión sobre la salud y la capacidad de funcionamiento normal de los trabajadores.

Dermatitis de contacto irritativas y alérgicas, así como cloracné, y en ocasiones neoplasias cutáneas son las dermatosis profesionales más comunes. 

Profesionales sanitarios, de peluquería, de la industria de la alimentación o la limpieza, así como mecánicos, obreros, carpinteros y otros trabajadores manuales padecen con frecuencia dermatitis de contacto profesional.

EL diagnóstico de las enfermedades de piel de origen profesional requiere la intervención de un dermatólogo con gran experiencia en este campo, y el estudio exhaustivo mediante análisis y pruebas del parche (epicutáneas), que permitirán confirmar el diagnóstico. 

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