Una proporción notable de las personas adultas desarrolla con la edad signos cutáneos de “mala circulación” venosa en las piernas, que pueden evolucionar si no se pone remedio hacia complicaciones penosas como inflamaciones crónicas y úlceras de lenta curación.
La alta prevalencia de estas enfermedades en la especie humana se cree que tiene que ver con los estilos de vida sedentarios y con el hábito tan humano de pasar muchas horas de pie o sentados.
Las medidas preventivas y de cuidado de la insuficiencia venosa son bastante sencillas y se pueden incorporar de forma rutinaria a la vida diaria, con gran beneficio para los que lo hacen. Pida consejo a un experto.